Las empresas deben centrarse en los beneficios generales del cloud público si quieren maximizar su potencial
A medida que el cloud público continua su expansión hacia las TI convencionales, las barreras tradicionales a su adopción parecen ir a la baja. Así lo resume un estudio reciente de McKinsey, que sugiere que las preocupaciones de seguridad alrededor del cloud no son tan prominentes como lo eran antes. A pesar de este creciente alivio respecto a la seguridad de la nube pública– junto a una mayor predisposición del sector a la adopción del cloud– las empresas no deben caer en la trampa de pensar que replicando sus servidores éstos cosecharán todos los beneficios de la tecnología, apunta Claranet.
De acuerdo con el estudio de McKinsey, los CISOs preguntan menos sobre seguridad en torno a los grandes proveedores cloud y están más preocupados por resolver cómo pueden hacer sus prácticas y hardware más seguros. Esta mayor fe en la seguridad de la nube pública está respaldada por una creciente familiaridad entre los auditores sobre todo lo referente a la tecnología.
No obstante, de acuerdo con Sam Bashton, Head of Public Cloud Practice de Claranet, estos desarrollos no deben ofuscar el juicio de las empresas en lo referente a afrontar los retos de la adopción del cloud público y lo que debe hacerse para sacar el máximo partido de él: “Un gran error que a menudo cometen las empresas es creer que con una estrategia de migración del cloud privado al público de ‘lift and shift’ ya está todo resuelto. Como las regulaciones son más manejables y antiguas preocupaciones, como la seguridad, menos apremiantes, es fácil que caigan en esta mentalidad”, comenta Bashton.
Esta aproximación, explica, no es necesariamente más económica que mantener el statu quo y pone a las empresas en riesgo de fracaso a la hora de aprovechar la agilidad que la nube pública ofrece si se la utiliza adecuadamente. Bashton señala la importancia de entender que ofrece mucho más que mover los servidores a un data center externo: “Los servicios de AWS, Azure y Google Cloud Platform abarcan un mayor rango de objetivos de negocio, lo que significa que no sólo sirven para migrar servidores, sino que también ayudan a los negocios a ser más eficientes e innovadores en general”.
Para asegurar que las organizaciones no pierden de vista todo el potencial del cloud público, Bashton cree que trabajar con un proveedor de servicios gestionados (MSP) con experiencia en esta área puede ser enormemente beneficioso, puesto que los negocios aprenden rápidamente y en detalle las ventajas o desventajas de un proveedor en particular y qué opción funciona mejor para los requisitos específicos y cargas de trabajo de la organización: “Los MSPs aportan una visión coordinada entre los proveedores cloud y el usuario final, ofreciendo a la empresa un soporte a medida de alto nivel que asegura cosechar todas las recompensas de la nube pública, más allá de una migración de ‘lift and shift’”, explica.
Para Bashton, que la adopción del cloud público sea cada vez sea más fácil y su seguridad menos preocupante no debe dar lugar a la autocomplacencia: “Para que el cloud público sea verdaderamente un éxito, las empresas deben darse cuenta de que aún quedan unos pasos a dar para asegurar que implementan una solución que incrementa la innovación, libera al equipo de TI de las tareas de mantenimiento que les roban tiempo y hacen distinta la manera en la que opera el negocio”.