En pocos años el cloud computing se ha convertido en la tecnología más demandada por las empresas gracias a las ventajas que ofrece sobre otro tipo de tecnologías.
Entre estas ventajas destacan la flexibilidad, la escalabilidad y el ahorro de costes. Dependiendo del uso que se le vaya a dar a nuestra “nube”, podemos optar por tres tipos de modelos distintos:
- Las nubes públicas se manejan por terceras partes, y los trabajos de muchos clientes diferentes pueden estar mezclados en los servidores, los sistemas de almacenamiento y otras infraestructuras de la nube. Los usuarios finales no conocen qué trabajos de otros clientes pueden estar corriendo en el mismo servidor, red, discos como los suyos propios.
- Las nubes privadas son una buena opción para las compañías que necesitan alta protección de datos y ediciones a nivel de servicio. Las nubes privadas están en una infraestructura on-demand manejada por un solo cliente que controla qué aplicaciones debe correr y dónde. Son propietarios del servidor, red, y disco y pueden decidir qué usuarios están autorizados a utilizar la infraestructura.
- Las nubes híbridas combinan los modelos de nubes públicas y privadas. Usted es propietario de unas partes y comparte otras, aunque de una manera controlada. Las nubes híbridas ofrecen la promesa del escalado aprovisionada externamente, on-demand, pero añaden la complejidad de determinar cómo distribuir las aplicaciones a través de estos ambientes diferentes.
Las empresas pueden sentir cierta atracción por la promesa de una nube híbrida, pero esta opción, al menos inicialmente, estará probablemente reservada a aplicaciones simples sin condicionantes, que no requieran de ninguna sincronización o necesiten bases de datos complejas.
Para saber qué tipos de nubes se adecuan mejor a sus necesidades de negocio, consulte on-line a nuestros expertos: