Bajo la presión de ser mejores, más rápidos, más hábiles, más económicos y más productivos que nunca, la tecnología juega claramente un rol importante. Pero la cuestión es: ¿qué tecnología?
Cuando se trata la digitalización de las tiendas físicas, no es extraño encontrarse con interminables listas de sugerencias que incluyen ideas como kioscos de autoservicio, pantallas táctiles, visualización de gran formato con tecnología LCD, videowalls dvLED donde se proyecte para inspirar a los consumidores, elementos que entretengan e influencien a los compradores... Pero, como nos dijo un CIO del sector: "Llevamos un negocio de retail a nivel nacional, no un circo".
Mejorar la experiencia de compra con las nuevas tecnologías no es algo que deba ser pasado por alto, al contrario. Pero las grandes preguntas a realizarse siempre que se pretenda introducir una tecnología nueva son:
- ¿Mejorará realmente la empresa a largo plazo?
- ¿Dará un empujón temporal a un ROI bajo?
- ¿Funcionará con los sistemas existentes?
- ¿O, aún peor, interrumpirá las operaciones?
El problema se encuentra en enfocar la transformación digital como un "a ver qué pasa", implementando las nuevas tecnologías a medida que emergen, sin separar el grano de la paja.
El paso más crítico es separar la tecnología que generará crecimiento de negocio de las que terminarán siendo un juguete más — Retail Connections
Una apuesta de futuro segura (y necesaria para el éxito) es invertir en infraestructura TI:
- Redes robustas que ayuden a los retailers a procesar sus datos.
- Cloud híbrida e hiperconvergencia que ayude en el almacenaje de datos.
- Micro data centers que den soporte a TI en delegaciones.
- Herramientas de seguridad que puedan mitigar los daños de violaciones de datos.
- Soluciones de soporte que faciliten la adopción de TI
Las últimas y más discutidas tendencias en realidad aumentada y virtual pueden cambiar las reglas del juego para el sector, igual que los espejos inteligentes y los asistentes virtuales. Cualquier cosa que mejore el servicio al cliente debe ser bienvenido. Pero lo que está indiscutiblemente claro es que las empresas de retail deben tener los aspectos básicos solventados.
Si su conectividad a lo largo de la red de tiendas es lenta, si se necesitan sistemas de gestión de colas para lidiar con campañas de venta puntuales, si los datos de cliente están comprometidos – y la lista sigue y sigue –, no habrá magia tecnológica que asegure el negocio.
Los sistemas legacy son una realidad para todos los negocios establecidos. El cambio transformativo no se da de la noche a la mañana y requiere centrarse en la infraestructura subyacente, no solo en el glamur del escaparate. Como dice el refrán, aunque se vista de seda, mona se queda.