Si no tenemos el control sobre los servicios de conectividad es muy probable que nuestras aplicaciones alojadas en la nube sufran algún tipo de degradación en la calidad del servicio.
Por lo general, los proveedores de servicios cloud computing y hosting gestionado sólo proporcionan acceso a internet como vía de acceso a las aplicaciones. En el caso de las aplicaciones web, este tipo de acceso es más que suficiente ya que los usuarios se conectan a través de internet y es interesante que el contenido sea lo más accesible que se pueda.
Sin embargo, en el caso de aplicaciones de negocio, ERP, CRM o bases de datos corporativas -que son claves en los procesos de nuestra organización y contienen datos muy relevantes de clientes y servicios- se recomienda el alojamiento en proveedores de servicios cloud que, además, sean expertos en servicios de seguridad, VPN y acceso a redes.
En el mercado existen multitud de proveedores de servicios de hosting o cloud hosting, y la elección de un proveedor u otro depende de muchos factores: económicos, de proximidad con el proveedor, técnicos y de calidad del servicio. Una de las variables más importantes y que en demasiadas ocasiones pasa desapercibida por los directores de IT son los servicios de conectividad y acceso a las aplicaciones.
CÓMO ELEGIR UN PROVEEDOR
En el mercado existen multitud de proveedores de servicios de cloud hosting y la elección de un proveedor u otro depende de muchos factores: económicos, de proximidad con el proveedor, técnicos y de calidad del servicio. Una de las variables más importantes y que en demasiadas ocasiones pasa desapercibida por los directores de IT son los servicios de conectividad y acceso a las aplicaciones.
Algunos de los elementos clave a tener en cuenta en la decisión de qué proveedor cloud hosting es el adecuado para nuestras aplicaciones son:
- Ubicación del Data center
- Cantidad de proveedores de acceso a Internet del Data center
- Políticas de peering del proveedor de hosting.
- Si dispone de red propia de comunicaciones o sólo tránsito a internet.
- Capacidad para operar servicios de VPN.
Por otro lado, es muy importante conocer qué tipo de aplicación y qué tipo de conectividad necesita para que los usuarios accedan a ella.
Las aplicaciones pueden clasificarse básicamente en dos tipos:
1. Aplicaciones web
En cuanto a las aplicaciones web, el tipo de acceso que requieren para que los usuarios las puedan utilizar es un acceso a Internet. Para saber si un proveedor de cloud dispone de un servicio de internet de calidad podemos analizar la ubicación de su Data center. Cuanto más cerca esté de los puntos neutros de intercambio de tráfico de Internet, más fácil y económico le será interconectarse con los principales proveedores de tráfico de Internet. En España, algunos de los pocos edificios que cumplen con este requisito son Interxion en Madrid y Carrier House en Barcelona.
Otro elemento muy importante se encuentra en las políticas de peering del proveedor: de cuantos más acuerdos de peering disponga, mejor conectividad a Internet podrá ofrecer.
Un proveedor de servicios cloud que disponga de una buena ubicación de sus Data center, que sus enlaces de tránsito de Internet operen a través de proveedores Tier 1 y que posea de una adecuada política de acuerdos de peering, es un proveedor que dispone de un excelente servicio de Internet. Todas las aplicaciones web alojadas en este proveedor, por lo tanto, estarán conectadas perfectamente a sus clientes, minimizando saltos y latencia.
2. Aplicaciones de negocio (o escritorio)
En cuanto a las aplicaciones de negocio, es crucial asegurar una conexión segura y de calidad de los usuarios corporativos a las aplicaciones, razón por la cual es deseable que el proveedor de servicios cloud sea además experto en servicios de redes, VPNs y conectividad que le permita implementar una solución integral extremo a extremo: desde los usuarios y delegaciones hasta las aplicaciones en el cloud.
En ese sentido, si alojamos nuestras aplicaciones de negocio en la nube y tenemos que garantizar la disponibilidad del acceso y la seguridad de los datos, contratar los servicios de conexión y hosting al mismo proveedor permite exigir un acuerdo de nivel de servicio (SLA) único para toda la solución.