Redes Definidas por Software: virtualizar la base

La nube está basada en la virtualización de recursos de computación, recursos que, para la mayoría, casi siempre hacen referencia a servidores: CPU, RAM, disco o almacenamiento. Pero, enfocando el concepto de una forma más amplia, los recursos que componen los servicios de hosting también incluyen las redes y, de hecho, se comunican mediante ellas. Estas redes, desde hace algún tiempo, quieren beneficiarse también de la virtualización en su más amplio sentido, evolucionando su gestión hacia lo que se ha llamado Software Defined Networks (SDN), es decir, redes definidas por software o redes virtualizadas.

Pero ¿qué son las redes definidas por software? ¿Cuál es la razón para plantearse la virtualización de la conectividad? En un porcentaje muy alto, se debe a los recientes cambios en tecnología y en el contexto empresarial. Si pensábamos que tanto cambio en capas superiores podría funcionar siempre sobre la misma base sin despeinarse, nos equivocábamos: esa base se despeina y, de hecho, evoluciona a marchas forzadas. De ahí la necesidad de mejorar su eficiencia operativa mediante la definición por software.

LA EVOLUCIÓN, DE ARRIBA A ABAJO

No sólo han cambiado las aplicaciones, los servicios y el modo en que los usuarios acceden a ellos, también lo ha hecho la manera en que pagan su consumo. Y en paralelo, avanza también el fenómeno para el que nos llevamos preparando años, el Big Data: grandes volúmenes de datos que requieren un ecosistema optimizado para poder manejarlos. Todas ellas son razones de peso para optimizar sistemas y, por extensión, también las redes: razones para pasar a las redes definidas por software.

Al fin y al cabo estamos hablando de lo mismo, de abstraer el control de la capa física y centralizar la gestión simplificando al máximo la configuración de red. Los beneficios que se obtienen de este proceso son conocidos por todos gracias al concepto ‘cloud’: implementación automatizada e inmediata, uso real de recursos, menor infrautilización, crecimiento flexible, ahorro significativo en costes operativos y mantenimiento, mayor rapidez en la gestión de ataques...
Por ello, esta vez se parte de la experiencia de un proceso similar, la migración al cloud. Aunque se debe poseer un alto conocimiento en networking para aprovechar al máximo sus beneficios, gracias al cloud se puede entender y procesar mejor la migración al modelo de redes definidas por software o SDN. Se pueden llevar a cabo pruebas de concepto en un entorno que ya se beneficia de su propia virtualización (un entorno cloud) y comprobar si la combinación de ambos nos convence en cada caso. Quizás haya empresas que prefieran empezar por las redes sin tener antecedentes cloud pero, en cualquier caso, aquellas que tengan experiencia jugarán con ventaja para encarar el proceso.

Dicho esto, hay que tener en mente que para pasar a un sistema de redes definidas por software o SDN, como en la mayoría de los casos, debemos plantearnos cuál será nuestro beneficio concreto. Las redes definidas por software cobran sentido, en estos momentos, en casos en los que exista un uso intensivo de la conectividad y un sistema complejo de gestión, y por ello es clave tomar decisiones correctas en el “cómo” y el “con quién”.

Contenidos relacionados: