La red es la columna vertebral de cualquier negocio digital moderno. Tu página web, tus transacciones, tus comunicaciones... todo en tu negocio depende de tu conectividad. Todo el tiempo.
Y cuando la caída de tu red puede suponer pérdidas de hasta 5.145€ por minuto, asegurar que su rendimiento es óptimo se convierte en una prioridad…
Sin embargo, las redes están muy detrás de otras áreas de infraestructura TI en términos de agilidad y de respuesta.
Tomemos como ejemplo cómo el cloud, la automatización y las metodologías DevOps han aumentado la velocidad de todos los elementos TI, desde el procesamiento y almacenamiento al despliegue de software y el análisis de datos. La conectividad que hay debajo de esa infraestructura, sin embargo, no ha alcanzado los mismos niveles de flexibilidad, y a menudo representa un cuello de botella para crecer en entornos empresariales de rápido cambio.. Pero ¿por qué las redes se han quedado atrás?
- Demasiado complejas
- Demasiado estáticas
- Demasiado concurridas
Modificar hardware e implementar políticas a través de las redes tradicionales son tareas mayoritariamente manuales, altamente molestas, que requieren mucho tiempo y que suelen frenar las actualizaciones de red…
La dificultad de cambiar las configuraciones de conectividad fomenta una arquitectura estática de red, que no evoluciona con la fluidez que requieren los negocios en el mercado actual.
Hay muchas tendencias que han hecho aumentar más que nunca la demanda de redes. La consumerización de las TI, los servicios cloud y el trabajo remoto han multiplicado el tráfico de red crítico para los negocios.
Al intentar satisfacer los requerimientos de red que exigen las tendencias tecnológicas en auge, los diseñadores de red se ven frenados por los límites de la conectividad actual.
Sortear estas limitaciones requiere desembolsar partidas tan altas en investigación, que la mayoría de empresas solamente pueden resignarse y asumir los límites de la red.
¿Qué se puede hacer?
Afortunadamente, ya existen nuevas tecnologías disruptivas que nos están permitiendo utilizar software para abstraer el hardware físico de las redes tradicionales y controlarlo mediante código: la virtualización de redes (Network Functions Virtualisation) y la definición de redes por software (Software Defined Networks).
Estas dos técnicas nos permiten programar las redes con independencia del hardware subyacente, aportando al conjunto del sistema mucha más agilidad, flexibilidad y eficiencia de costes.
Descárgate el eBook gratuito El futuro de la conectividad para saber más sobre qué supone la llegada de estas tecnologías y cómo implementarlas en los negocios.
La conectividad era casi siempre un cuello de botella. Hasta ahora.”
Fuente: El futuro de la conectividad
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