Las empresas que desarrollan y presentan su software y aplicaciones a sus clientes desean un nivel óptimo en su configuración, y que éstas se alojen en una plataforma que asegure la disponibilidad de las mismas.
Al elegir entornos de virtualización para desplegar código, los desarrolladores obtienen beneficios clave como una facturación flexible con un modelo de pago-por-uso. Esto es, en lugar de comprometerse mensualmente con una capacidad mayor a la que el cliente utilizaría, el modelo de facturación flexible le permite adaptarse a un modelo de pago-por-uso, lo que le asegura no pagar más recursos de computación de los que necesita. Aquellos recursos adicionales utilizados en períodos de uso intensivo se cobran por separado, lo que permite a las empresas controlar en todo momento el retorno de la inversión.
Así mismo los servicios Cloud o virtualizados se caracterizan por su flexibilidad, el cliente podrá escalar de forma rápida y fácil sus recursos en función de sus necesidades, asegurando así el funcionamiento óptimo de la aplicación en todo momento y un rendimiento óptimo en momentos con picos de carga altos. Por ello es importante que dichos servicios utilicen los últimos avances en las tecnologías de virtualización, seguridad y almacenamiento para gestionar parcial o totalmente las aplicaciones del cliente. Todo ello debe ser garantizado mediante Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA).
Entorno virtualizado
En un entorno de desarrollo típico no virtualizado, el código desarrollado y los cambios se sincronizan con un repositorio de contenido. Ello puede conllevar un riesgo de corrupción o pueden estar infectados por virus. Sin embargo, si el entorno de desarrollo es virtualizado o Cloud, los desarrolladores pueden disfrutar de un entorno sólido y fiable para implementar y desplegar código, donde pueden crear y probar su software en la misma plataforma donde lo pondrá en producción. Todo ello, con tan sólo un pequeño paso desde el entorno de pruebas al entorno de producción.
Por ello, es recomendable que los desarrolladores establezcan relaciones de partner con Proveedores de Hosting para que ambos puedan ofrecer soluciones integrales y todo ello garantizado con un único Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA).